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El genio de Antonio López Díaz

Antonio Lopez Diaz

Antonio López Díaz. Pintor y escultor genial. Y uno de los siete miembros del Movimiento Indaliano que se encargó de llenar de nuevo de vida al empobrecido aire cultural de una Almería sin grandes esperanzas de la posguerra.

Antonio Lopez Diaz

Muy pronto en su carrera, empezó a ser reconocido por su estilo muy personal y sus retratos, tan líquidos y llenos de colorido, de la vida cotidiana en las calles y aldeas de una Almería tradicional que hoy en día ya no existe.

Aunque recorté la mayoría de las fotos para mostrar sólo el cuadro que nos interesa, y no sus alrededores, aquí tuve ganas de revelar cómo acostumbra Antonio López a exponer sus cuadros por todas partes en su estudio: arriba en lo alto de las paredes, colgados en todos los niveles, apoyados contra otros cuadros o simplemente colocados en el suelo, como éste de ahí arriba.

En los últimos años, sin embargo, descubrió el arte moderno y se entusiasmó con sus nuevas creaciones abstractas llenas de luz y de un color brillantísimo.

Antonio López pinta casi desde que era un bebé y de hecho, allá en su estudio, sacó un cuadro para mostrarme que había realizado cuando contaba con tan sólo seis años, muestra de su temprana vocación.

Aquí tenéis dos de sus obras más conocidas, las cuales han formado parte de varias muestras y exposiciones de pintura a lo largo de los años.

Sin embargo, sólo empezó a estudiar formalmente a la edad de los catorce años, y pronto se incorporó al taller del maestro Jesús de Perceval, quien se encargó de formarle durante muchos años, no sólo como artista sino también en el fino arte de ser un buen hombre en el mundo. Los dos mantuvieron una amistad íntima hasta la muerte de éste en 1985.

Los siete miembros del Movimiento Indaliano, pintores, escultores y artistas todos, asumieron la difícil tarea de resucitar el inexistente escenario cultural de una ciudad devastada por la Guerra Civil en los años 40. Adoptaron como propio el símbolo tradicional de Almería, el Índalo, razón por la cual se les empieza a llamar los Indalianos.

Antonio Lopez Diaz

La vida de Antonio López ha sido dura pero también emocionante y llena de satisfacciones. Luego de estudiar durante varios años con Jesús de Perceval, decidió probar suerte por su propia cuenta y se traslada con su familia a Brasil. Allí, llegó a ser muy reconocido y sus obras de arte, sus cuadros y esculturas, sus decorados para altares, pueden verse todavía en muchas localidades de ese país.

Antonio Lopez Diaz

Esta escultura de un perro está de guardia en su estudio, pero podéis encontraros con otra estatua, casi idéntica, paseando por las calles de Almería.

Para dicha de los almerienses, eventualmente decidió regresar a su país natal, y hoy en día puedes disfrutar admirando muchas de sus obras y esculturas mientras paseas por la cálida ciudad de Almería. Me siento realmente privilegiada de tener la suerte de conocer a Antonio López Díaz.

Aquí vemos su taburete de pulpo y a su lado, un auto retrato magistral en escultura.

Antonio Lopez Diaz

El maestro absorto en sus creaciones.

Antonio Lopez Diaz

Esta estatua en bronce fue un encargo del Ayuntamiento de Almería y decora una de las placitas ajardinadas del centro de la ciudad. (Había sacado además unas cuantas fotos de mi hijo al lado de la estatua, pero siempre se lo arreglaba para salir con unas muecas más cómicas, que por respeto no incluyo esas fotos en este blog público.)

Antonio Lopez Diaz

Este mural no está a la vista del público en general puesto que adorna la entrada del edificio de viviendas donde reside el genial pintor.

Antonio Lopez Diaz

El maestro relajándose en su estudio, rodeado de mis hijos y sus obras de toda una vida.

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